Bueno, pues muy poco que decir respecto al bodrio infumable del otro día. Otro partido plano, sin ambición, al tran-tran, siempre esperando a ver lo que el rival hacia, ante unos de los de debajo de la clasificación, pero que tampoco nos supuso esa victoria que nos pudiera “relanzar” en la clasificación y pensara que podemos aspirar a algo mas que lo “de siempre”. Un calco de tantos y tantos partidos ya vistos, una sensación de conformismo, de “planitud” del juego, de la nada mas absoluta, y que, lógicamente, para todo los que nos llega es para otro nuevo empate y para seguir ahí anclados, en el medio de la tabla, y previendo, otro año mas , tras el final de esta mediocre primera vuelta, que no estamos para mucho más, y que nuevamente nos tendremos que conformar con lo que tenemos.
Y por desgracia, ya también vista la última y reciente Junta General de Accionistas, lo que habitualmente vemos en el campo, lo poco o nada, es el reflejo claro “del club” que tenemos. Un club triste, apático, separado de la masa social, descabezado, sin ambición, sin espíritu, sin esos signos que nos deberían de distinguir de “orgullo, valor y garra”. Y asi, pues poco más queda que decir.
Tomemos ahora un mínimo respiro de apenas una semana, disfrutemos lo poco que podamos, otra vez metidos de lleno en esta “macabra” pandemia que nos azota, de al menos unos días de Navidad lo mas felices posibles, esperando que desde todos los estamentos del club se recapacite y se de “un paso adelante”, tratando de inculcar a TODO el club un poco de amor propio. Y asi, tratemos de recibir el ultimo día del año, nochevieja,y en el (una vez mas) vergonzoso horario “Tebasiano” de las 2 de la tarde a la Ponferradina para iniciar una, esperemos, algo más ilusionante segunda vuelta.
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