
Pues el pasado viernes, en la fría noche mirandesa, otro bodrio infumable, otro partido carente de casi todo, con una mínima ambición, esa de "ir a por el partido" desde el incio, como casi siempre, “jugando en función del rival” y solo cuando vemos que se “nos va”, que se nos ponen por delante, somos capaces a apretar un poquito los dientes e ir a buscar algo, pero….hasta que conseguimos ese mínimo redito, y otra vez volvemos a las “trincheras” para proteger tan tremendo botín. Y ahí seguimos, de puntin en puntin, sin ser capaces a nada mas, sin poder, o al menos tratar, de dar ese saltito de calidad que nos aproxime arriba, con una ambición escasa, y viendo que, nuestro sino, es “navegar” por la zona media de la tabla otro año.
Y la verdad es que en muchos de esos partidos, como por ejemplo este ultimo, casi que podemos decir, que después de hora y media larga de ¿ futbol?, lo mejor es que, al menos, sumamos un puntin. Porque de lo demás, poco se puede sacar de provecho. Nada más.
Y el viernes, que partíamos con sorpresas, y sobretodo, otra vez más, con alguna de esas “cosas” extrañas con que nos suele deleitar el Cuco de vez en cuando. Seguía Carlos Isaac en el lateral derecho, con mas sombras que luces, los centrales habituales , Calvo y Costas, que tampoco tuvieron su noche, la entrada de Mossa en la izquierda, la entrada, como no, de Sangalli en la dercha pese a que esta “para pocos trotes”, y entonces que el mejor del otro dia por la derecha, Viti, se tuvo que “ir” a la izquierda con Borja en el banquillo, el doble pivote habitual con Jimmy y Brugman, y arriba Baston y la sorpresa de la entrada de Pombo, que poco aportó en esa posición. Y la primera parte, fue muy floja por ambos contendientes, aunque con mas llegadas de los burgaleses, pero la mas clara la tuvo Sangalli en sus botas mandándola fuera.
Y en la segunda, ya con el habitaul psito atrás, a “verlas” venir siempre en función del rival, hasta que una gran contra,c on nuestros centrales mal colocados, que se ponía el Mirandes por delante. Ahí, como siempre, se enciende “la bombilla” en el banquillo, llegan los cambios, y menos mal que, en un gran gol del recién entrado Matheus, fuimos capaces a empatar. Y otra vez, a raíz de eso, el conformismo mas absoluto, y a guardar, el triste bagaje logrado, del punto. Lo de siempre, conformismo habitual y ambición escasa por no decir nula.
Y ahora, a recibir a una Alcorcón sumido en el fondo de la tabla, al que le cuesta un mundo lograr puntos, pero que, recordemos, a nosotros siempre nos suele dar absolutos dolores de cabeza, tanto en tierras madrileñas, como en el Tartiere. Ya, lo de ver “algo” de futbol en casa, algo de espectáculo, casi que lo vamos olvidando, así que por lo menos, que seamos capaces a lograr ganar y encadenar, ¡¡¡oh Dios!!!!, dos victorias consecutivas en casa.
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