TAN SOLO ES MI OPINIÓN
Pues por fin, el pasado Sábado, fuimos capaces a
poner punto y final a una de las peores rachas de resultados y, porque no decirlo,
también de juego, que hubiésemos vivido en estos últimos años. Y es que las
tres derrotas consecutivas, aderezadas, como no, con los problemas “internos” y
la marcha de Egea, hacían que el choque del
otro día ante la Ponferradina se había convertido casi en un “plebiscito”.
Y el sábado, tras una jornada festiva, celebrando por todo lo alto nuestro 90
cumpleaños, con la presencia de Arturo Elías en la ciudad y en la fiesta, el
equipo hizo un fantástico partido desde el primer al último minuto, y consiguió
una balsámica victoria para apaciguar los ánimos, y que todos, volvamos a tirar
del “carro” en la misma dirección.
Y además, demostraron, que cuando quieren, se puede,
y que la plantilla es buena, y que si ellos mismos están unidos, son capaces de
sacar buenos resultados. Despejado ya el tema del entrenador con la casi segura
continuidad de Generelo hasta final de temporada, toca estar todos a una, y sobre
todo en estos dos próximos partidos, en principio asequibles, que pueden dar al
final la medida de nuestras posibilidades.
Comenzábamos el partido, con la continuidad de Miño
en la portería pese a que Esteban ya estaba recuperado. No seré yo el que opine
quien o no debe de jugar, pero lo que si que tengo claro es que a los mitos, a
los símbolos de oviedismo, debemos de “cuidarlos”. En la defensa, la entrada en
la derecha de Fernández, uno de los “señalados” por la afición sobre el affaire
de Egea. En el centro del campo, Erice y Michel, las bandas habituales, y otra
vez arriba Toché y Koné. Y el partido, en el que el Real Oviedo vistió un uniforme completamente
negro conmemorativo del 90 aniversario, comenzaba bien, presionando arriba a
los bercianos, y saliendo rápido, llegando al área y creando ya desde el
principio oportunidades de gol. Estaba claro que el R. Oviedo iba a por el partido,
como debe de ser, desde el “minuto1”. Y estaba bastante claro que el gol llegaría
más pronto que tarde. Y así en una fenomenal jugada de Susaeta que dejó sobre
Toché, este revolviéndose muy bien en el área, ponía el uno a cero que hacia
justicia. Y poco después en un córner, era David Fernández el que conseguía el
segundo. Se pudo aumentar la ventaja y durante el primer tiempo no “se tenían noticias” de la Ponferradina.
Y el segundo periodo, poco más o menos, siguió el
mismo guión, pese a que los bercianos, hicieron unos cambios un poco más
ofensivos, pero el Real Oviedo, siempre se sintió cómodo sobre el césped,
controlando siempre, y ya con el tercero, tras nuevo centro de Susaeta y buen
testarazo de Toché, el partido quedaba cerrado. Se pudieron lograr más goles,
pero no se hizo más sangre, y se consiguió una clara, contundente y merecida
victoria, que resarcía a la sufrida
hinchada azul de estos últimos penosos partidos.
La afición en muchos momentos del encuentro, mostro
su malestar con los últimos acontecimiento vividos, y señaló principalmente
como responsables a Fernández, Erice y
Linares a los que premió con silbidos. No seré yo el que critique dichos pitos,
pero lo que tenemos que tener claro, es que debemos de estar todos en el mismo
barco y que los jugadores, todos los que forman la plantilla, deben de ser los
que tiren de esto y deben de hablar “en el campo”. Yo también estoy muy dolido,
y como ya dije en otros comentarios, no podemos dejar que una temporada que
estaba siendo modélica, termine estropeada. Cada uno en su sitio, unos en el
campo, otros en los despachos y otros dejándonos la garganta en la grada, pero
todos juntos es como formamos el “mejor
equipo”.
Lo dicho. Llegan ahora dos partidos que pueden
marcar el devenir del equipo en esta igualada Liga, A. Bilbao “B” y Numancia. En
principio y a priori, pueden parecer asequibles, pero en esta categoría nada es
fácil. Hay que aspirar a sacar los seis puntos, para que el sprint final de la
Liga, podamos soñar.
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