Lamentable partido con el que nos “deleitaron” el pasado viernes tanto un Cartagena hundido y que parece en total descomposición, como “nuestro” Real Oviedo que sigue caminando por los senderos del “ramplonismo”, de la nada futbolística, pero que, como decíamos en la crónica, fuimos capaces a ganar y traernos tres puntos que, aparte de juego que no lo hubo, era lo mas importante. Y es que, como también comentábamos, hay que ser muy aficionado al futbol o únicamente “forofo” de alguno de los dos contendientes para “tragarse” semejante bodrio, lento, cansino, sin prácticamente ritmo, con un Cartagena “vencido”, sin capacidad alguna de creación y un Real Oviedo padeciendo las mismas carencias de casi todos los partidos, incapaz de crear, de desbordes, de hacer, en definitiva, algo de futbol.
Y otros días, ya lo hemos comentado aquí muchas veces,
nos solíamos encomendar a la “calidad” individual que tenemos de tres cuartos
de campo hacia arriba para sacar los “resultados” adelante, y esta vez fue gracias
a un balón parado lo que necesitamos para sumar la victoria. Pero poco más dio
de sí el encuentro. Otra vez esa versión triste, sin “ritmo”, de equipo poco
trabajado y al que le cuesta muchísimo crear “algo” de juego. Pero, quedémonos con
que volvimos a sumar fuera de casa, y volvimos a dejar la puerta a cero.
Comenzamos en la lluviosa noche de viernes en tierras
de Cartagena con Aarón en portería, otra vez la “broma” de Luengo en el lateral
derecho, Costas y Calvo de centrales y Pomares en la izquierda, en el centro
del campo Sibo junto a Colombatto y Portillo, en la derecha Ilyas y en la
izquierda Hassan que termino tocado, y arriba Alemao. Y el partido comenzó ( y siguió) lento, lentísimo,
parsimonioso, casi sin ritmo, con un Cartagena incapaz y que “no podía” y un
Real Oviedo que como casi siempre no
sabia como crear algo. Alguna cabalgada e intento de Hassan y alguna jugada
en la que nos complicamos nosotros solos defensivamente, pero para poco mas
daba el partido. Hasta que llegó el gol en un balón parado que, por lo menos,
nos despertó un poco del sopor, y de ahí al descanso otra vez la nada.
Y en la segunda, el Cartagena más por necesidad que
por “calidad” intento dar un paso adelante, pero sus carencias no le dejaron,
fue un espejismo, y nosotros llevamos el “peso” total del partido, con no mucha
profundidad pero con alguna ocasión clara para haber sentenciado sobretodo tras
la entrada de Paulino por un renqueante Hassan.Pero como no fuimos capaces a
cerrar el “partido” tuvimos que pasar un susto morrocotudo tras una falta en la
que Aarón estuvo providencial salvándonos los muebles. Lo dicho, tres puntos,
seguimos arriba, pero la imagen sigue siendo tan triste como habitualmente.
Y ahora el próximo Domingo, retorno al Tartiere para recibir a un rival, el Castellón anárquico total, capaz de lo mejor y de lo peor, y que llegará con nuevo entrenador ya que su propiedad se ha “calentado” y por unos malos resultados se ha cargado al titular del banquillo. Esperemos que, ahora que hemos mejorado algo las prestaciones fuera de casa, podamos poder volver a ser “solventes” en casa que es donde se ganan las ligas.

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