Lo peor de la jornada, lo más triste, fue que esa “esperanza”,
esa ilusión que aun albergábamos se diluyó rápidamente, prácticamente al
comienzo del partido tras escuchar las noticias que llegaban de tierras
gallegas. Y así una jornada que había sido fantástica, de “oviedismo” puro, con
un ambiente azul extraordinario, con
un recibimiento apoteósico, con las
calles llenas de ánimos, con el estadio casi lleno y vibrando en la previa,
poco a poco se fue dando cuenta que este Domingo no sería nuestro dia,que los “halos” divinos no estaban de nuestro
lado, que deberíamos de ir por el camino largo, y que ya solo se trataba de, al menos, hacer nuestro “trabajo”
, disfrutar del partido, ganar el partido ante el Cádiz, que por cierto, nos costó
y mucho, y que de cara al play off, no tuviéramos más bajas por lesión ni por
sanciones. Y eso se logró, aunque Hassan salió un poco “maltrecho”. Y del resto
de rivales, la tarde finalmente tampoco “cambió mucho”, pese a que durante unos
minutos el Racing se quedaba fuera del play
off; el Almería hacia su trabajo, el Mirandés también, los cántabros fueran
capaces a “empatar” ante el Granada y volvían a estar dentro, y el Granada se quedaba con “uno menos” por lo que sus opciones,
que eran solo de ganar, casi que se evaporaban. Todo parecía encauzado a que nos cruzáramos
con nuestros “amigos” santanderinos, pero ese gol final de Sangalli decidió que,
el Almería bajase hasta “la sexta posición” y por tanto fuese nuestro rival en
la primera eliminatoria. Que así “sea”.
Comenzábamos en la lluviosa tarde dominical, con un
Tartiere entregado y muy animado con Aarón en portería, Rahim en la izquierda,
Costas y Calvo de centrales y en la derecha Nacho Vidal; un centro del campo
con la entrada de De la Hoz por el sancionado Sibo, junto a Colombatto y
Seoane; tirado un poco a banda , que sabemos que poco le beneficia, Santi
Cazorla, por la derecha Hassan y la entrada de Paraschiv como punta. Y el
equipo comenzó bien, con ganas, con alguna que otra llegada, ante un Cádiz que
se limitaba a estar “bien plantado” y tratando de buscar alguna contra. Pero
como si se hubiesen “contagiado” de la tristeza de la grada por las malas noticias, comenzamos a jugar nuevamente
un futbol muy plano y previsible. Menos mal que alguna “arrancada” de Hassan
nos sacaba de nuestro letargo, esta
vez bien custodiado por Nacho Vidal que llegaba bastante bien. Así , en una
buena penetración llego el buen gol de Seoane que al menos nos daba “una alegría”.
Pero poco después, en un despeje de puños de Aarón, otra vez dejamos muy “suelto”
el borde del área, y el jugador cadista que lo aprovecho para empatarnos. Menos
mal que casi al borde del descanso, Nacho Vidal que hizo un muy buen partido,
nos volvía a adelantar.
En la segunda parte, carrusel de cambios, poco que contar por nuestra parte, conformismo, y un Cádiz que con algún arreón nos metió el miedo en el cuerpo y casi nos empata en alguna acción. Al final fuimos capaces a amarrar la victoria y la tercera posición, y finalizar el partido con una mezcla de decepción por lo que pudo ser y no fue y de ilusión por lo que se viene por delante y que debemos de afrontar con fuerza y ganas. Y así es, toca ya olvidarse de esto, pensar que nunca puede ser decepcionante el ser el tercer clasificado de esta liga tan igualada y el clasificarse para un “play off”, tare muy complicada y que el año pasado nos costó un mundo. Y ahora, centrase en el Almería: no hay mas. Y pensar que el equipo compite bien, que es difícil hacernos gol , y que pese a que , para nosotros el resto de rivales son potentes y fuertes, para ellos el enfrentarse al Real Oviedo, tampoco debe de ser plato de gusto. A luchar y a pelear, es lo que toca.
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