martes, 6 de mayo de 2025

El Comentario

Triunfazo de un valor incalculable el logrado este fin de semana en tierras oscenses que nos vale para, poco a poco, tratar de asegurar de una manera definitiva nuestra presencia en el play off, y además, y vistos los resultados a posteriori de varios de nuestros rivales, para “meterles” el miedo en el cuerpo a esos equipos de arriba que, hace no tanto, parecían inalcanzables y seguir aspirando al ascenso directo. Pocos, muy pocos, después del lamentable partido que habíamos “perpetrado “en Córdoba, y sobre todo por las “sensaciones” que transmitíamos, podíamos ni pensar que, con el calendario que se nos avecinaba, Levante en casa y Huesca afuera, podríamos ser capaces a sumar dos victorias consecutivas……..pero el futbol es así, y, pese a que nos sigue “costando” mucho el crear, se consiguieron y ahí estamos.

Y es que ahora, ya en este último sprint competitivo, poco importa el “como” se consigan los resultados, sino el lograrlos, el sumar puntos de la forma que sea, contra el rival que sea, porque “todos aprietan”, da igual el contrario que tengas enfrente, cualquiera te puede pintar la cara, y en esta última jornada hay ejemplos, varios y muy claros, dé esto último. Y nosotros, pese a que se nos puso el partido, mediada la primera parte, muy de “cara” con una absurda, pero muy clara, expulsión de su portero, y pese a que maduramos bien el partido, a punto estuvo también de complicarnos la “vida”, y lo que es más importante la victoria y los puntos, un último arreón del Huesca que, pese a estar en inferioridad, nunca se rindió. Pero, ya sabemos, somos el Real Oviedo y nunca nada va a ser fácil, pero ya en estos momentos ligueros, es muy importante el “saber sufrir”, el apretar los dientes, aguantar y sumar sea como sea. Y el sábado, cuando las cosas se complicaron, si que se supo sufrir….es lo que toca y se hizo. La verdad es que todo lo que se diga sobre la “igualdad” de esta segunda división española es poco, quizás sea por una “general falta de calidad”, pero cualquier equipo está en disposición de ganar a cualquiera, y da lo mismo que vaya en cabeza o ya estén descendidos.

Y el sábado, en la soleada tarde altoaragonesa, con un gran número de oviedistas en las gradas pese a la distancia, comenzábamos con Aarón en la portería, Nacho Vidal en la derecha, Calvo jugando en su “tierra” junto a Costas de centrales, en la izquierda repitió Rahim que estuvo mucho menos afortunado e incisivo que ante el Levante; en el centro del campo Colombatto, junto a Santi Cazorla y Sibo, Portillo caído a banda y en la otra Hassan y arriba repitió Viñas.Y los primeros veinte minutos fueron de mucha igualdad, de un “toma y daca” entre ambos, con mucho futbol control y pocas llegadas, hasta que se produjo la expulsión de su portero. A partir de ahí, el control y el “tempo” del partido fué absolutamente nuestro, con poca profundidad eso si, salvo las habituales arrancadas de Hassan por banda. No obstante fuimos capaces a lograr dos tantos, uno de ellos anulado por un milimétrico fuera de juego de Colombatto, y otro antes “no sabemos porque”, porque no hay falta alguna, simplemente se ve una lucha, una pelea por la posición de Calvo y su marcador, pero nada más….¡¡¡¡Hay Arcediano, Arcediano!!!!Hasta que, al borde del descanso, llegó por fin  el “gol valido” de Cazorla.

En la segunda parte continuamos con el “control”, logramos el segundo gol y todo parecía bien encarrilado. Pero los cambios esta vez no nos sentaron muy bien, y en un saque de banda de ellos defendido “blandito”, nos acortaron distancias y nos metieron el miedo en el cuerpo. Pero fuimos capaces, como decíamos, a saber sufrir y aguantar una victoria decisíva. Esta vez salió bien a diferencia de Eibar, pero hay que saber “cerrar” los partidos.

Y ahora, toca rendir visita a nuestros “amiguísimos y vecinísimos” cántabros del Racing, que el otro día se llevaron un tremendo varapalo, que en la primera vuelta nos ganaron en el Tartiere y bien, y en un partido que puede ser considerado como una autentica final ya que, sin esperarlo, los tenemos “a tiro de piedra”. Esperemos poder seguir con esta buena dinámica y aprovechar esta ola buena en la que parece que estamos subidos. Ojalá.

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