martes, 25 de marzo de 2025

Pues a la hora de escribir el presente comentario sobre el partido disputado el pasado sábado en tierras granadinas, otro bodrio más por cierto, ya sabemos, pues nos despertábamos con la noticia, de que Calleja ya es historia en el Real Oviedo. Los propietarios, los responsables del club, decidieron el cese del entrenador madrileño viendo la deriva, la cuesta abajo insoportable, la decadencia en la que estaba el equipo, ya lejos del posible ascenso directo, y viendo peligrar muy seriamente la presencia en el play off. Pero, reiteramos, si este capítulo ha “concluido”, no es tanto por los resultados, por los puntos, por la clasificación, sino por sensaciones, por ver un equipo jornada si y jornada también que es la NADA absoluta, que no propone, que a nada juega y que en nada, absolutamente en nada, ha mejorado ni tiene viso alguno de mejoría.

En fin, creo que era la “crónica” de una muerte anunciada porque, reitero según la humilde opinión de este que “escribe”, este hombre ha sido incapaz desde que cogió al equipo allá por el mes de Julio, de dotarle de una “identidad”, de formar  UN EQUIPO, y hemos vivido de individualidades y de balones parados y mientras sonaba “la flauta” y lográbamos algún gol, íbamos resistiendo, pero en cuanto llegaron las “vacas” flacas el equipo se ha caído estrepitosamente. Lo siento, de verdad, nunca es plato de gusto la marcha de un entrenador y, encima, teniendo que abonarle incluso un “año más”, pero al menos para mí, ningún recuerdo me dejará el paso de Calleja por nuestro Real Oviedo durante estos meses. Esperemos que se pueda acertar con el sustituto, parece que puede ser el exjugador Paunovic, y que en estos últimos 10 partidos pueda darle otro aire a este equipo que falta hace si todavía queremos aspirar a algo.

Y el sábado, en la noche granadina, lo que volvimos a ver fue otro “bodrio” infumable, con un equipo carente de TODO como casi siempre, esta vez , además, aderezado con la absoluta falta de espíritu, de corazón y de garra. Comenzábamos con Aarón en portería, un Nacho Vidal que desde que llego ha ido cada vez a menos en la banda derecha, en la izquierda un Pomares que está en un momento lamentable, con Costas y Calvo de centrales; Sibo, Colombatto y Portillo en el pivote que siempre, como nos ocurre en la mayoría de los partidos en esa "franja" central, fueron inferiores a los rivales, en una banda Hassan, en la otra Ilyas y arriba Alemao. Y del partido, pues lo habitual. Un equipo que es incapaz de tener, al menos una posesión larga, de dar tres o cuatro pases, lento, cansino, plomizo, y encima muy pronto, con uno de los habituales errores defensivos semanales, que ya nos dejaban por detrás en el marcador, Como el ritmo al que jugamos somos “incapaces” de cambiarlo, pues el partido discurrió sin pena ni gloria hasta el descanso, sin tirar prácticamente a puerta y con un Granada, flojo, que con prácticamente nada iba ganando.

Y en la segunda parte, pues poco más o menos lo mismo, sin apenas poder ni hacer “cosquillas” al rival, porque al ritmo que jugamos es imposible romper líneas y tratar, siquiera, de “pisar” el área del contrario. Muy poco, alguna tibia llegada, una ocasión clarísima del Granada, y algún “movimiento” un poco mas peligrosos con la entrada de Paraschiv, pero otra nueva derrota por nuestra absoluta incapacidad e impotencia. Y ahora, ya sin Calleja y con nuevo “mister” en el banquillo, toca recibir a un peligroso Málaga, rey del empate, para ver si somos capaces a salir de este “oscuro túnel”. Esperemos que el nuevo inquilino del banquillo sepa imprimir carácter a este equipo y “darle la vuelta” como un calcetín  para poder, aun, tratar de aspirar a algo y no tirar la temporada.

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