Simplemente lamentable, un nuevo bochorno, fue lo que perpetro el Real Oviedo en la noche del pasado viernes. Otro ridículo mas tras el protagonizado la semana anterior en Elche , y un equipo que poco a poco se “va desplomando”, se ha disuelto como un azucarillo y no sea atisba ninguna posibilidad de mejoría. Y es que el equipo no hay por dónde cogerlo, se ha desmoronado totalmente, y aparte de las bajas, el desbarajuste táctico que propone Calleja y el lamentable estado físico de los jugadores, pues tampoco ayuda en demasía. Defensivamente un coladero, jugando con la defensa “adelantada” contra rivales que son mucho más rápidos que los nuestros y nos hacen tremendos descosidos; jugadores en un estado de forma deplorable y que no están para jugar, errores groseros e infantiles; un centro del campo que, ni es capaz a defender, a robar, ni tampoco a crear nada, siempre superados por los rivales, a merced siempre del contrario; unas bandas inexistentes, salvo contados “intentos” un poco a lo loco de Hassan; y arriba entre lo “poco que llega” y lo que se falla, pues es la nada mas absoluta.
Y este es el “resumen” ahora mismo del equipo: un
equipo sin alma, sin orgullo, sin garra
incapaz de nada, sin un Plan A ni por supuesto un “B”, sin esquema ninguno, con
cambios absurdos que en nada mejoran, un “batiburrillo” táctico tremendo, y en
fin, un fiel reflejo del “entrenador”, que desde Julio ha sido absolutamente
incapaz de dotar a este equipo de un estilo, de alguna personalidad, y que solo
ha ido salvando “la papeleta”, hasta ahora, con los partidos de casa mas bien por calidad que por futbol,
pero que ahora también parce trasladar a casa la deplorable imagen habitual de
los partidos de fuera. Parecía que habíamos “mejorado”, pero era un espejismo
solo salvado por los resultados, pero la realidad es que este equipo nunca ha
evolucionado, siempre en su futbol plano y previsible, y que a poco que le
apreten se le ven las “tremendas” costuras que arrastra. Y ojo, que las
derrotas duelen, pero duele muchísimo más el cómo se producen, y la fiel afición azul NO tolera la indolencia,
el pasotismo y los ridículos.
Y pese que queramos “obviarlo”, ya van VARIOS
RIDÍCULOS. Porque, que me decís del partido en Castellón? Lamentable pero cegados
por el punto sacado. Del “derbi” que comentamos? Bochornoso y vergüenza la que
sentimos. Y del partido de Cádiz? Y en Elche? Y el otro día contra el Huesca? Se podrá decir lo que se quiera,
pero todos esos partidos fueron RIDICULOS espantosos, y solamente se libra algún
partido concreto, pero reitero más por la calidad de los nuestros que por nivel
futbolístico.
Y del partido, como en la semana anterior, poco o nada que decir, e incluso me ahorro el poner los “nombres” de los que nos deleitaron con tan magno espectáculo porque tampoco merece la pena. La nada más absoluta, incapacidad, impotencia, indolencia, falta de ganas, de “orgullo”, y un Huesca muy limitado al que le basto simplemente con estar bien colocado, apretándonos, robando y con aprovecharse de nuestra lentitud y de nuestros groseros errores para humillarnos. Y ojo, que el repaso táctico del “míster” de los oscenses al inquilino de “nuestro banquillo” ha sido de órdago. Esto no funciona, no se ve nada, ni una mínima mejoría, incluso más bien, vemos involución y jugadores en un estado paupérrimo. Y ojo eh, que en dos partidos llevamos encajados la friolera de siete goles en contra sin haber sido capaces a lograr ni uno. Números de parte baja, bajísima.
Y ahora encarando ya el final de año y de la primera vuelta, sumidos en la mas absoluta “miseria” futbolística, sin ver algún atisbo de mejoría o de “brote” verde, toca rendir visita a uno de los equipos colistas, el Racing de Ferrol. Pero ya sabemos los esperpentos que solemos perpetrar a domicilio, incluso ahora “también” en casa, así que advertidos estamos, y hay que intentar lograr algo, sumar, y sobremanera, tratar de dar una imagen un poco menos “vergonzosa”.

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