Nuevo bodrio infumable el perpetrado por el Real Oviedo,
y otra vez en casa, donde hasta el momento somos incapaces de lograr la primera
victoria. Y sobre todo la imagen dada, de una impotencia absoluta, de un juego
plano, siempre superados por un Elche que “nos perdonó” la vida, porque bien
pudo llevarse la victoria. Como decíamos en la crónica, tras una primera parte
solo “decente”, una segunda lastimosa, sin presión, sin control, sin juego,……y
siempre a merced de los ilicitanos. Por tanto, de lo poco destacable, el al
menos lograr un punto que en ningún caso merecimos.
Con una defensa otra vez de chiste, blandita y lenta
, sin bandas, con un centro del campo siempre en inferioridad ante los
blanquiverdes, sin desdoble alguno, mal por alto, por bajo, sin juego, sin
futbol, incluso a veces con pasotismo, solo la bisoñez y mala puntería de los
ilicitanos, hizo que el partido no se convirtiera en otra debacle “de goles”
como el día del Zaragoza. Y lo que se observa, es que este equipo sin posibilidad
de “correr” a la contra, sin
espacios, teniendo que llevar el peso del partido, tiene unos problemas
terribles y sufre ante cualquiera. Y sobre todo, como no seamos capaces a ser
un equipo mínimamente solvente en defensa, defendiendo los balones parados de
verdad, seguiremos siendo muyyyyy vulnerables.
Y el Domingo, con una tarde fantástica de
temperatura y que se presumía “bonita” de futbol, salíamos con los mismos de Lugo, con Forlin y Cristian
de centrales, con Muñoz-Boateng-Folch en
el trivote y arriba Joselu. Y nuevamente, en la primera ocasión rival, sin acercamiento
alguno, con un balón parado sacado en corto y mal defendido, ya íbamos por detrás
en el marcador. A partir de ahí, poco, muy poco, alguna aproximación aislada,
pero con un futbol muy horizontal y poco profundo, y menos mal que un error de
su guardameta nos permitió empatar. Y luego, casi a continuación, la mejor ocasión
en un tiro de Saúl a la cruceta. Y casi llegando al descanso, menos mal que su delantero
no estuvo fino, porque una nueva jugada cómica de los nuestros, con una defensa
de chichinabo, nos pudo costar un
disgusto.
Y en la segunda, la debacle total, y totalmente a
merced del Elche. Sin dar un pase bien, con las entradas extrañas, como muchos
de los cambios que efectúa Anquela, de Aarón,
Tejera y Toche, pero dominados y casi “abusados”
por un equipo ilicitano, que con poco, fue muy superior, con un baño táctico de
Pacheta. Y lo mejor, como decimos, que al menos salvamos un puntin, porque lo
que merecimos, ya sabemos lo que fue.
Y ahora, vuelta a lo que hasta el momento, nos está
dando los mejores resultados, quien lo iba a decir: el jugar fuera de casa.
Pero no nos engañemos, que cuando se acaben los triunfos, o los puntos, a domicilio,
llegaran las angustias porque en casa ,hasta el momento, no damos la talla. Y
el domingo, no es que sea en un campo muy propicio para nosotros. Porque por
desgracia, cada duelo en Alcorcón, suele ser un disgusto azul. Esperemos que
este año cambien las tornas, y al menos, podamos seguir siendo resolutivos
fuera. Esperemos.
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