Tercer empate consecutivo a domicilio. Buen
resultado no cabe duda, aunque igual que pasó ante el Huesca y ante el Rayo Vallecano, vuelve a quedar un pequeño
“poso” de que quizás deberíamos de haber sumado los tres puntos. Porque, aunque
la verdad, es que fue como se preveía,
un partido trabado, ante un rocoso rival sobretodo en su campo, de escasas
ocasiones, las dos más claras estuvieron en los pies de Linares que no supo
definir. Y eso nos lastró, y nos hizo sumar solo un empate. Por tanto, nos
presentamos en el “derbi” tras nueve partidos consecutivos sin perder, con una sensación
de equipo complicado de batir, que “no se va” de los partidos, que siempre
compite, que da la cara, aunque en el debe, quizás, de estos partidos que
recordamos un poquito más arriba, deberíamos de contar con algún punto más.
Pero es lo que hay, y ahora lo que toca, es centrarse en seguir haciendo del
Carlos Tartiere, nuestro particular “fortin”, y más si cabe con la visita el
Domingo de “nuestros adorables vecinos”.
Y el Sábado, en la visita a tierras catalanas y al
Reus, recuperábamos parte de la defensa habitual, con la única excepción de Carlos
al que sustituyó Verdés, y con la entrada en el centro del campo de Yeboah en
sustitución de Aaron que cumplía sanción. Con el habitual doble pivote de Folch
y Rocha y con Saúl en una banda y Linares arriba.
Y e primer tiempo, pese a que no salimos mal, no
estuvimos excesivamente finos, con un Mossa fallón y que apenas entro en juago,
con un Yeboah otra vez apático, volviendo a sus “comienzos”, y con escasas
llegadas arriba. Bien es cierto, que salvo alguna llegada muy puntual del Reus,
tampoco pasamos excesivos agobios. Por tanto, primer tiempo muy soso, sin
apenas ocasiones y con un resultado lógico de “empate a nada”.
En la segunda parte si que se vio a un Real Oviedo
mucho mas asentado, y que además dio un paso adelante tratando de conseguir la victoria.
Tampoco es que hubiera excesivas ocasiones pero sí que, sobre todo en botas de
Miguel Linares, pudimos tener el triunfo. Sobremanera en un balón que este peleo,
porfió ante su defensa que termino robando y encarando solo a su portero, pero
que fallo en la definición. Y en otro pase filtrado de Mossa que lo dejo en
buena posición pero que tampoco volvió a estar fino ante su guardameta. E
incluso, en un claro penalti que cometieron sobre el mismo, pero que el árbitro
nos sancionó ya que el línea le había previamente señalado un fuera de juego
inexistente.
Y así, falladas las más claras, estaba claro que,
como ponía en mi crónica, cuando no es posible la victoria, al menos no
perdamos. Y asi fue, nadar y guardar la
ropa, entrada de Toché y de Cotugno,y otro punto que puede ser muy bueno
ganando el próximo en casa.
Y como decíamos, en un mes de Enero y de Febrero
particularmente duros, toca a hora la visita de nuestro “particular “rival ,
los de la villa marinera, el Sporting. El próximo Domingo, pese a que solo se
dirimen tres puntos mas de esta larguísima liga, para nosotros, para todo el
oviedismo, está claro que se “juega algo
mas”. Porque como bien decía Rocha en la prensa, esta afición, este
sentimiento azul, para su desgracia, ha sufrido mucho en el “barro” y para todos es algo más. Esperemos que nuestro
Real Oviedo este a la altura, y pueda ser un Domingo gozoso.
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