Cuarta victoria consecutiva, primera vez que se logra desde el regreso al futbol profesional, además lograda a base de coraje, tesón, entrega y “orgullo, valor y garra” por cómo se dieron los condicionantes del partido, tras la temprana expulsión de Yeboah por una chiquillada ( pero ojo, alguien debería de explicarle al chaval que debe de tener los “nervios” más calmados, porque una acción así, como ayer, perjudica muchísimo al equipo y nos pudo haber costado tres importantes puntos) cuando apenas se había disputado el primer cuarto de hora. Por tanto ,casi 80 minutos con un jugador menos y encima con un penalti? en contra que gracias a Dios, Herrero pudo detener. Puntos que saben fenomenal, reitero, sobretodo por la forma de conseguirlos, por el equipo solidario que vimos, por la forma de luchar de todos, por dejarse la piel en el campo, y por, una vez más, logar dejar la puerta a cero. No se si será una casualidad, pero 4 partidos jugando Herrero de titular, y cuatro victorias.
Y debemos seguir con los pies en el suelo, pelear
cada partido como si fuese el último, pero lo más claro es que el equipo ha
dado un giro de 180º y para bien. Y próximo a finalizar este año 2017, con solo
el partido del Sábado ante la Cultural por disputarse, está claro que las miras
deben de estar hacia arriba. Con calma, “piano,
piano”, pero debemos de pensar y mirar hacia arriba.
Y ayer, en la matinal del Domingo, en un desangelado
campo de la ciudad deportiva sevillista, repetíamos el once que la semana
pasada había derrotado al Osasuna, con la defensa de 5, los cuatro habituales
en el centro, repitiendo Yeboah, y adelante Linares. Y la verdad es que los
primeros minutos, no había superioridad de ninguno de los dos, con un filial
del Sevilla que tiene maneras y toca bien, y con un Oviedo que estaba bien
plantado sobre el terreno de juego. Pero al cuarto de hora, llegó la jugada que
pudo determinar el partido. Yeboah que está siendo agarrado, pero en vez de “avisar
al árbitro”, de tratar de que viese la falta, tiró por la calle de en medio, y
al girarse, propinó un codazo al rival que el colegiado si que vio, roja directa para el africano y ….con prácticamente todo el
partido por delante. A partir de ahí, dominio andaluz, sobre todo por la banda
de Diegui, alguna ocasión de ellos que Herrero desbarató, continuas caídas,
casi “desmayos” de los jóvenes jugadores sevillistas en el área azul a ver si
el árbitro “picaba”, y en una falta al borde del área, Rocha que magistralmente
ponía en la escuadra y nos adelantaba.
En la segunda parte, dominio del balón y del campo
del Sevilla, con un Real Oviedo muy serio, controlando los intentos, alguna
llegada lógica por la superioridad numérica, pero la ocasión mas clara y que
pudo “cerrar” el partido, en una arrancada de Diegui con un fenomenal pase a
Linares y que no pudo definir. Lástima, porque quedaba mucho y el sufrimiento
continuó. Entrada de Cotugno por Diegui, y tanto va el cántaro a la fuente de “los
desmayos” sevillistas, que en una de ellas el árbitro picó y señalo penalti de
Cristian. Menos mal, que Herrero pudo detenerlo y “darnos aire”. De ahí al
final, el corazón “en un puño”, los minutos que no corrían, entrega total del
equipo, entrada de Hidi y de Varela, y pitido final del árbitro con “suspiros
de alivio”. Tres puntos más, y logrados de forma heroica. Este es el camino.
Y como decíamos, el sábado para finalizar un 2017
con “luces y sombras”, la Cultural Leonesa. Esperemos que con gran ambiente en
las gradas , que el campo sea una fiesta con aficionados que “regresan” a su
casa para celebrar estas fiestas y que
pueden ver ese día a su “Oviedin” y que pudiésemos
lograr una nueva victoria que nos “dispararía en la clasificación”.
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