Con el partido del Sábado en el maltrecho (por
cierto, el estado del cesped es mucho peor que el año pasado. Y la culpa no es del Ayto, sino de la
empresa que lo ha colocado a la que habrá que pedir responsabilidades) césped del
Tartiere, se dio por concluido futbolísticamente este año 2016. Y un año que presagiaba
lo mejor, que atisbábamos como muy fructífero, se torció y se convirtió en un
suplicio tremendo. Hace un año justo, al finalizar el 2015, lo veíamos todo de
color de rosa, con el ascenso logrado, una buena planificación, una buena
primera parte de Liga, pero con la renuncia de Egea, todo se fue desmoronando
como un castillo de naipes. La interinidad de Genérelo, el fin de temporada
vergonzoso que realizamos, un verano de llegadas, cuando menos, sorprendentes,
el aterrizaje en el banquillo de un nuevo “inexperto” como Hierro……… y este
primer tercio de temporada con muchísimas mas sombras que luces y de un
¿futbol? escaso y triste.
Pero bueno, el año finaliza y esperemos que el próximo sea mucho mejor. Decíamos que teníamos mucho margen de “mejora”,
pero cada vez lo vemos menos y nos damos cuenta que el nivel es bajo. Es más,
lo que se detecta es un equipo cogido
con “alfileres”, escaso de calidad, con mínimos recursos, y que únicamente vive
de tratar de ponerse por delante en los partidos en alguna aislada ocasión para,
acumulando hombres, tratar de defenderse como “gato panza arriba” y lograr
puntos. Porque claramente, el equipo es incapaz de llevar el “peso” de los
partidos, el control del balón, y de llegar arriba en base a futbol y toque y
con sentido. Mas al contrario, lo que vemos es un equipo siempre dominado por
el rival, sin control alguno, y que “vive” de
la pegada que (cada vez menos) tenemos arriba. Y logicamente, cada vez
que algún equipo se nos pone por delante, eso es una “losa” prácticamente
insalvable por la escasez de “futbol”.
Jugadores muy mediocres, otros que no aportan
nada, otros que no sabemos si podrán aportar
porque no se les ha visto y otro que, el
año pasado, ofrecieron su mejor versión, sin debutar. El panorama que vemos es
malo, y cada vez esta más claro que el
objetivo debe de ser tratar de salvarse con tiempo, porque no hay más cera que
la que arde. Solamente por el pobrismo nivel que este año se observa en esta categoría,
estábamos “para otra cosa”. Pero la realidad es la que es, y esperemos que el
2017 sea tranquilo.
Y para concluir, el sábado, otra muestra de
incapacidad. Un partido de los habituales, con la única diferencia que, los
errores habituales de fuera de casa, también
los cometimos en el Tartiere, y el Corboba,otro pobrísimo equipo, tirando vez y
media a puerta, nos hizo dos. Empezábamos con cambios en la defensa ,con la
entrada de Gil por el “machetero” Verdés y de Varela, y la entrada de Nando en
banda por Linares ,con Pereira y Toche
arriba. Y otra vez un futbol plano y sin “ton
ni son”. Yo debo de ver partidos diferentes a Hierro que dice en la rueda
de prensa que vio a un “buen Oviedo”. Yo, y los que estábamos en
la grada, creo que vimos un Oviedo como siempre, simplón, sin desborde y sin llegada,
y aparte sin “alma”. Y el Córdoba, con un error de Fernández en banda y al comienzo de la segunda con un ¿tiro? inocente
que desvía Erice, nos ganaba dos a cero sin despeinarse. Y de ahí al final,
carrusel de cambios, un quiero y no puedo oviedista, un tener el balón en zonas
“inertes” y al final el maquillaje del resultado por Linares. Lo dicho, pese a
que a Hierro le haya “gustado”, a mi me pareció un partido tristísimo, una vez más,
muy pobre.
Y nada más. No sé si esperar por el mercado de “invierno”,
que siempre suele ser una lotería; o esperar por cambios, o esperar….no se. Esperar,
esperaremos, y solo pedimos que para el
Real Oviedo, para la familia oviedista, para tantos y tantos aficionados que
sienten el azul, qué el próximo año 2017
sea un poquito mejor. Nosotros, los oviedistas como somos humildes, solo
pedimos un poquito de mejoría. Ojalá.
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