TAN SOLO ES MI OPINIÓN
Pues el sábado pusimos fin a una fantástica racha de
partidos invictos. No pudo ser y en la isla perdimos nuestro primer partido
desde aquella, ya lejana, derrota en Córdoba. Y como pongo en mi crónica, para mí,
solo para mí, lo hicimos ante uno de los equipos más flojos a los que nos hemos
enfrentado. Al menos el Sábado así me lo pareció, blandito, y con poco futbol,
pero que supo sacar petróleo de nuestra desdicha con la expulsión y el gol en
propia meta, y hacerse, el día de su centenario, con los tres puntos que falta
les hacían. Y a nosotros también que nos hacían mucha falta, porque podía haber
sido una jornada muy propicia, pero no pudo ser.
Comenzamos con el dibujo de las últimas jornadas,
con el doble pivote habitual, Bautista que se adueñó en los pasados partidos del lateral izquierdo, Aguirre que repetía en
la izquierda, Michel Herrero en la media punta y Toché solo arriba. Y lo hacíamos
como, por desgracia, ya se está convirtiendo en algo habitual en los últimos partidos
fuera de casa, muy tibios, flojos, sin intensidad, a verlas venir, cansinos,
sin presión, sin tener el balón. Parece que los partidos, sobremanera los de
fuera, para el Real Oviedo comienzan “ al cuarto de hora” más o menos. Y el
otro día, nuevamente así fue. Suerte que, como digo, tuvimos enfrente un
rival flojo, que apenas nos creaba peligro, convirtiéndose el
partido en un “truño” fenomenal. Prácticamente, si ambos equipos hubiéramos salido
sin porteros, no hubiera pasado nada. Únicamente una falta en la frontal que,
en vez de hacerlo Susaeta, fue lanzada por Michel mal, fue todo el bagaje
ofensivo. Y así, “sin chicha ni limonada”, llegamos al minuto 36, que sería la
clave del partido. Una jugada por la banda derecha, con escaso peligro de Lago
Junior, Bautista que entra, fuerte, pero al balón, y que, para sorpresa de
todos, el colegiado estima de ¡¡cartulina roja!!!. Excesiva, injusta,
exagerada, ….todos los adjetivos que queramos, pero el partido quedaba marcado.
De ahí al final de la primera parte, aguantamos como pudimos, pero estaba claro
que la consigna balear a partir de ese momento, era balón a Lago y por esa
banda nuestra que quedaba huérfana. Y
ahí, creo que Egea “ no estuvo fino”. Pensaba yo, que para ver unos minutos
como iba el partido, y de momento no hacer cambios, se podía haber modificado “tácticamente”,
pasando a David de lateral( aunque era la izquierda y el las veces que lo hizo
fue pòr la derecha), poner a Vila de central y Michel acompañar a Erice en el
pivote. Pero Egea deicidio no cambiar nada y retrasar a Aguirre de falso
lateral. Y a mi modo de ver, ahí, en ese tiempo, se nos fue el partido. Y es
que en una llegada de Lago,tras irse “fácil” de Aguirre, puso un centro al área
y David la desvió lo suficiente para colarse ante Esteban y convertirse en el único
gol.
Luego, visto lo visto, reaccionó Egea, quizá como
digo tarde, y dio entrada a Peña para cubrir el lateral. Y se la jugó con la
entrada de Kone y de Borja Valle, y fuimos superiores, tuvimos el balón, se
intentó, pero con muy escasas llegadas y, prácticamente, sin oportunidades.
Y así se nos escapó un partido en el que creo que,
al menos, debimos de sumar. Nadie sabe lo que hubiera pasado de estar todo el partido
con 11 y no haber sufrido la injusta tarjeta, pero creo que éramos superiores y
que podíamos haber puntuado. Pero eso ya no vale de nada.
Toca reponerse pronto, porque queda mucho y esto es muy largo. Las opciones siguen intactas, y no debemos de pensar más que en próximo partido. Y así seguir haciendo del Tartiere un fortín y tratar de lograr la victoria ente el Real Valladolid. Y reitero nuevamente, que hay que empezar los partidos con “las pilas puestas” desde el pitido inicial
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