Nueva decepción, nuevo partido para olvidar y nueva
derrota a domicilio ante un vulgar Rayo Majadahonda, pero que siempre fue
superior, y con mas de 4000 oviedistas, entre los que nos encontrábamos, sufriéndolo
en las gradas del magnífico “Wanda
Metropolitano”. Al menos eso fue de lo poco positivo del fin de semana
madrileño, el conocer el nuevo estadio atlético,
y pese a que nos colocaron en la zona alta, el partido ( o lo que fuera que disputó nuestro Real Oviedo) se vio perfectamente.
Pero realmente la imagen que transmitió el equipo fue
muy pobre, siempre superados por el rival, siempre en inferioridad en la
parcela central, con nuestras bandas que eran “autenticas autopistas” por las
que siempre éramos superados, con una defensa blandita, con todos los balones
parados rematados por el Rayo, con una incapacidad para tener el balón,
incapaces de crear algo de futbol ni por fuera ni por dentro, y con un islote
arriba, llamado Joselu, que el pobre bastante
hizo con correr y correr. Mal en todos
los aspectos, ni defensa, ni creación ni, mucho menos, remate. El gol llego en
el descuento, pero perfectamente podía haber llegado antes, y todos,
abandonamos las gradas, pensando que , tristemente, el resultado era justo.
Y desde el banquillo, una nueva muestra de
incapacidad absoluta para tratar de poner freno a la “sangría” que estábamos sufriendo, sin variante táctica alguna para
tratar de variar el rumbo del partido, con los cambios previsibles de casi
siempre y como habitualmente a partir del minuto 60, con “paseinos” del mister por el área técnica pero sin buscar solución
alguna, porque, tal parece, que es bastante “incapaz” de tratar de variar el
rumbo de los partidos. Y tras el pasado domingo en el que , más o menos, sin
lanzar las campanas al vuelo, pero “medio” había funcionado la defensa de
cinco, vuelta a la defensa de 4 en la que, cada vez hay que tener mas claro,
somos un autentico “coladero” y nunca , hasta ahora Anquela, en año y pico, ha
hecho funcionar decentemente. Por tanto derrota, el equipo que no avanza, no
mejora, y en vez de evolucionar, se ve, muy al contrario, involución.
Y como decíamos, con un montón de oviedistas en las gradas,
los auténticos “sufridores”, Anquela que
volvía a intentarlo con Forlin-Cristian, Diegui y Mossa en las bandas, Folch , Muñoz
y Tejera, con Saúl en una banda, en la otra Aarón en sustitución del ausente
Barcenas y adelante Joselu. Y en la primera parte, poco, muy poco.Al minuto
casi nos la “clavan” ya, varios remates de ellos, en balones parados que , como
casi siempre nos rematan TODOS, y un par de ocasiones de Aarón, fue todo lo
reseñable. Pero juego insulso y muy plano. Y en la segunda ya, el desastre fue total. Con un medio del
campo inexistente, con un Muñoz que ni apareció, Tejera y Folch siempre
superados, a la espalda de nuestros laterales sufriendo siempre, un Saúl y Aarón
desaparecidos, muertos casi a partir del primer cuarto de hora, y un Joselu
desesperado arriba sin “olerla”. Varias ocasiones muy claras de los madrileños
una de ellas salvada “inestremis” por Herrero ( que, por cierto,era fuera de
juego no pitado ) , entrada de Boateng, de Ibra que fue de lo más destacable,
una ocasión clara de Joselu tras pase de
este último, casi al final, no se muy bien para que (quizás para demostrar que la cantera esta para algo, que no llevó a
todos “de paseo”) de Steven por Joselu, y ya en el descuento, un nuevo
balón parado rematado por ellos y que esta vez sí, llego al fondo de la portería.
Derrota justa, porque no hicimos meritos para nada más.
Y ahora, con esto pintando bastante mal, porque no
se observa capacidad alguna de reacción ni de mejora, el sábado recibimos a
otro hueso en casa: el Osasuna. No queda otra que, con futbol o sin futbol, de
una manera u otra, apretar “los dientes” y sacar el partido adelante, sino
queremos que las cosas comiencen a complicarse de verdad. Pero el crédito se va
acabando, sobretodo, porque no se observa capacidad alguna de variar las cosas,
la dinámica en la que está el equipo.
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