Aunque llevamos mucho tiempo, excesivo ya, dándonos cuentas
de las “limitaciones” futbolísticas que este equipo tiene, de las carencias
cretivas, de lo escsisimo que somos capaces a realizar a nivel ofensivo, cada
vez , cada partido es mucho mas palpable, mas vbisible, mucho mas real. Y el
viernes, ante el real Valladolid, un equipo quye con poco, fue mucho “mas” que
nosotros, estas limitaciones se hicieron absolutamente definitivas. Y es que ,
por futbol, por juego, prácticamente somos incapaces de ganar a nadie. Únicamente
explotando, cuando podemos, nuestras “virtudes” de presión, brega, lucha,
tensión, de ganaras las “segundas” jugadas, los rechaces, somos capaces a ganar
algún partido. En general, ssalvol excepciones, da un poco lo mismo el sistema
que utilicemos, que nuestro “caudal” ofensivo, es minimo. Es mas, viene a
resumirse en algún “destello” de calidad de Berjón, en alguna jufgada “puntual”
o en algún balón parado. Porque creación, lo que se dice creación, en el centro
del campo, por “dentro o por fuera” es minimo.
Por tanto, y es cada vez más plausible, mas palpable,
el equipo da para lo que da, tratar de aspirar a “mas” es quimérico o seria
milagroso, y bajo mi punto de vista, la realidad es que la situación
clasificatoria es mejor incluso de lo que este equipo realmente merece futbolísticamente.
Quedan partidos y habrá que apurar las posibilidades,
pero cuanto antes podamos asumir las carencias y limitaciones mucho mejor.
Y el viernes, en una de los peores partidos de casa
desde que volvimos a segunda, en una muestra terrible de impotencia e
incapacidad, Anquela que decidió dar conrtiunidad al 4-2-3-1, con los laterales
ultima mente habituales ( y limitados ofensivamente) Cristian y Cotugno, con
doble pivote Mariga- Folch, con los tres Saul-Fabrinni. Aarón y con el islote
Toché arriba. Y desde el comienzo se vio lo habitual, incapacidad alguna para
tener el balón para desbordar, para
trenzar, para ir “ed lado a lado” tratando de crear algo, y un Valladolid que ,
con muy poquito, dominaba de “cabo a rabo “ el partido. La primera parte, poco más
que alguna ocasión pucelana, y un quiero y no puedo azul.
Y en la segunda, seguimos igual, incapaces, y el Valladolid
con un par de zarpazos, que nos sentenciaba, porque veías al equipo totalmente incapaz
de hacer algo. De ahí al final, poquito, carrusel de cambios, impotencia total
para crear añldo de futbol casi al final la “ilusión” del gol de Linares, y una
nueva derrota, dura, triste, pero absolutamente merecida e incluso corta.
Lo dicho, visto lo visto, solo queda “agarrarse” al
clavo ardiendo de que esta categoría “es como es”, e ir a Soria a tratar de
lograr los tres puntos. Y eso, como ya comenté, solo pasa por, al menos, volver
a exhibir garra, tesón, tensión competitiva, robar, pelear y fajarse, porque
sabemos, que en el apartado FUTBOL, tenemos muchas carencias. Al menos, seguir
luchando.
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