Pese al mal tiempo, pese al frio, a la lluvia, hermoso
domingo el que vivimos los oviedistas. Porque después de tantos años de
sinsabores, de tristezas, de amarguras, de “sornas
y chanzas” de parte de ya sabemos dónde, de seguir siempre al “pie del cañón”
junto a nuestro escudo y nuestros colores, de sentimientos que solo nosotros
podemos entender, de recibir como decía en
la previa, tras ya un larguísimo paréntesis, a nuestros “adorables vecinos” en
nuestro hogar, pues sobre las 20 h. de dicho dia, la felicidad se apoderaba de
nosotros. Veías a la gente salir del Tartiere, con una gran sonrisa, con
felicidad, pero sobre todo con una sensación de “cerrar” el círculo, de que
todos esos años habían servido para demostrar que con el Real Oviedo nadie pudo,
puede ni podrá. Porque la afición, lo más
importante que el club tiene, siempre ( estuvo y….)ESTA
AHÍ.
Y sobre todo, para demostrarle a España entera, que
esta afición es diferente, que es de otra pasta, pero que por encima de todo,
por encima de resultados AMA profundamente a lo que el Real Oviedo es. Y asi en
una jornada que se inicio ya muy pronto,
tempranito, ya cerca de mi casa en la
Plaza de Pedro Miñor con un ambiente, pese al tiempo, fantástico, de oviedismo
puro, sin incidente alguno, viviendo el día a tope, pensando en tantos y tantos
años, ..luego yendo a despedir a SU equipo al Hotel de concentración, recibiéndolo
en el Tartiere,ignorando al “resto” , siguiendo ya su calentamiento desde la
tribuna, con un tifo increíble pero en memoria de su equipo, apoyando desde la
grada, llevando, cuando se necesito a SUS jugadores en volandas,..y al final celebrando
la victoria, MERECIDA Y JUSTA, como se merecía. Igual que OTROS, que reciben a
su equipo con incidentes, peleas, que su “tifo” va dirigido a los rivales……..en
fin, muy diferente. Y pese a las “croniconas” y “articulones”
que vienen y vendrán desde la “prensona”, reitero que el equipo que GANÓ, fue
el QUE LO MERECIÓ. Y dejemos ya de
enfangar y de decir “medias verdades” que son peor que las mentiras. Allá cada
cual con ello.
Y el Domingo, ante un rival de campanillas, porque
no nos olvidemos que es un recién descendido de 1ª y con unos de los mayores límites
salariales de la categoría y con “dinerito fresco” y cuatro fichajes nuevos,
Anquela decidió repetir equipo, repitiendo por tanto Linares arriba, y el resto
los habituales. Y el partido comenzó , sobre un césped que, pese a lo que se
diga, aguantó bastante bien para lo que se preveía,llevando el control del
partido. Ellos, tratando de llevar el balón a la banda izquierda donde el ex
Jony, era el mayor peligro sportinguista. Y así, en una contra rápida de ellos,
con varios errores en defensa y que no somos capaces a despejar el balón, el
rechace que le caía al cangues y adelantaba a los de Gijón. Pero el equipo
estaba bien, no se vino abajo, siguió con más intensidad que el rival ( señores perio”listos”, no confundan
intensidad con dureza), llegando siempre a las segundas jugadas, y solo
diez minutos después podíamos empatar tras una buena jugada entre Berjón y
Mossa, que el valenciano con la derecha, introducía en la puerta de Mariño. Y
de ahí al final de la primera parte, dos jugadas que pudieron ser decisivas. Un
gol anulado a Linares por un justísimo (quizás la cabeza y una mano pudieran
estar un pooooooquito adelantadas) fuera de juego, y para mi la que pudo ser
clave: casi al final, otro barullo en nuestro área, otra vez que no somos
capaces a despejar el balón, y menos mal que no llegaron a rematar.
Pero nada mas iniciarse la segunda, fantástico zurdazo
otra vez de Mossa que se cuela por la escuadra sportinguista. Estábamos por
delante, el campo empujo, apretó, y el equipo se puso el mono de trabajo y supo
contener los escasos problemas que
causaron los gijoneses. Como digo, ellos un “quiero y no puedo”, con muchas
carencias en la construcción del juego, y nosotros que con la intensidad, la
fuerza, las ganas, que íbamos controlando sin problemas. Entradas de Yeboah,
Toche, y casi al final la grandísima noticia del “debut” de Fabrinni, el cual
en la última jugada, tuvo el 3 a 1 tras subir su portero a tratar de rematar un
corner. Pero no hubo tiempo para mas, tres importantes y agradables puntos, y alegría
de verdad en el Tartiere. Quedaban atrás muuuuuchos
años, y las cosas “vuelven a la
normalidad”
Pero ya, y como dice Anquela, esto se ha pasado. Alegres,
buena semana, ilusión, pero ya a pensar que el sábado, nos espera otro hueso durísimo
de roer en este Enero y Febrero “duros” de verdad que nos tocan. Y el Cádiz,
nos aguarda. Esperemos que siga esta competitividad del equipo y que se pueda
lograr un buen resultado.
Foto:Juanjo Castro
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