TAN
SOLO ES MI OPINIÓN
Nuevamente en el Tartiere tuvo que ser. A nuestro
estadio nos “agarramos” como a un clavo ardiendo, para seguir navegando en esta
liga en una posición cómoda, mucho más
de lo que quizás, por el juego desplegado, lleguemos a merecer. Porque jornada
tras jornada, debemos de resaltar y de plasmar en este comentario, que los
resultados, los agónicos triunfos conseguidos en nuestra casa, no nos deben
hacer nublar la realidad. Y esa realidad es que el equipo “no juega a nada”, el
futbol desplegado, jornada si y jornada también, es pavoroso, pobrísimo, la “nada”
más absoluta, deslavazado, sin control, sin nada, y únicamente la “pegada” que
en el Tartiere nos sigue respetando, es lo que nos hace lograr triunfos. Se
hace muy difícil el hacer un balance de nuestros partidos, de conseguir más con
menos, porque siempre es mas o menos lo mismo: lograr en un “zarpazo” ponerse
por delante en el marcador, y a partir de ahí, dar siempre un paso atrás,
apenas salir, y colgarse materialmente “del
larguero” para tratar de defender el resultado como sea. Asi fue contra el
Elche, contra el Valladolid y ayer nuevamente sucedió. Pero de futbol, de control, de
dominio, nada de nada. Otro partido angustioso, otro vil sufrimiento, otro “tostón”
infumable, pero que al menos volvió a terminar con los tres puntos. La posición y los puntos
hasta ahora sumados por el Real Oviedo, esta muyyyy por encima de lo que el
equipo es capaz de ofrecer. El equipo no evoluciona, no se observa mejoría alguna,
da lo mismo los hombres que salgan, el sistema que se emplee, no es capaz de
crear nada de futbol en el centro del campo, de tener el balón cuando esta por
delante, continúas pérdidas, y siempre, absolutamente siempre, es dominado por
los rivales. Poco, poquísimo.
Y ayer, más de lo mismo. Otra “Hierrada”, jugando
contra uno de los rivales de abajo, en casa, y salimos otra vez con defensa de
5. Reconocer también que, lo que el otro día indicaba que Diegui, pese a su
buen partido en Almería, probablemente volviese a la “grada”, no fue a si y
Hierro reconoció sus meritos, y volvió a
apostar por el en el lateral. Junto a el, tres centrales con Verdés,
Cristian y el debutante Costas, con
Varela en la izquierda, un centro del campo con Rocha y la novedad de Vila tras
la baja de Torró, con Saúl, Susaeta y Toche. Y se volvió a empezar más o menos
bien, con una ocasión mal anulada a Toché y el golazo de este de chilena. Pero a
partir de ahí y como viene siendo habitual, paso atrás total, balón al contrario
y a recular y recular sin salir de nuestro campo. Asi el Mallorca, con nada (no
sé de dónde sacará su entrenador que fueron muy superiores y que tuvieron
ocasiones, porque fueron muy pobres) logró empatar antes del descanso. En la
segunda parte, mas de lo mismo, dominio del balón isleño, apenas salidas
azules, cambios nuevamente discutibles de Hierro, y en un balón parado de
Susaeta , el debutante Costas que lograba meter el segundo, y de ahí al final
el habitual sufrimiento ante un Mallorca flojo, con escaso balance ofensivo, y
otros tres puntos más, pero reiterando que con un juego pobrismo, miserable,
triste.
Y el próximo domingo, vuelta a nuestra particular “cruz”,
a nuestra tortura de jugar fuera de casa. Da lo mismo donde sea, pero esta vez
toca Miranda de Ebro, donde un Mirandés
en horas muy bajas, está esperando la llegada de nuestro Real Oviedo.
Como llevo diciendo unas semanas atrás, casi que me conformo con no hacer otro “ridículo”
de los habituales a domicilio, con dar una imagen digna, decente, con no pasar
otro bochorno más. Ya si fuésemos capaces a lograr puntuar, seria la repera. Veremos
que toca.
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