El Comentario

TAN SOLO ES MI OPINIÓN

Pues por desgracia, se cumplieron los pronósticos que últimamente dicen que cada vez que abandonamos Asturias, debemos de tener preparado “el saco” para traernos los goles encajados. Huesca, Alcorcón, Sevilla… a cada sitio que vamos, somos presa facil de cualquier equipo y la goleada casi esta garantizada. Los buenos propósitos navideños, del nuevo año, todo se olvida cuando salimos al campo, y nuevamente volemos a dar una imagen vergonzosa, patética, de ridículo continuo. Y ya no me vale que al final del partido salgan los pseudo-jugadores que el otro día lucieron la “zamarra” azul a entonar el meaculpa y a “bla,bla,bla”……. No vale.  Para lo que estáis en este club, y para lo que cobráis, es para partiros el pecho en el campo por este club y no para arrastrar, día si y día también, ese escudo y esa camiseta  con imágenes vergonzosas. Y desde el banquillo, más de lo mismo. Declaraciones grandilocuentes de cambio, llenarse la boca de “defender” el escudo, de que se va a trabajar “mas” por sacar esto, pero cada vez que ves el equipo te das mas cuenta de una incapacidad manifiesta, de un nulo trabajo, de un empeoramiento a marchas forzadas y de que la nave, desde el primero hasta el último, ha perdido totalmente la personalidad y que va a la deriva.

Decia Hierro tras su llegada al club, con su fantástico “staff” técnico de “champions”, que los resultados de su gestión deportiva comenzarían a vislumbrarse  a partir de Noviembre o Diciembre. Pues bien que se están viendo, que mejoría alguna no se ve, sino mas al contrario un empeoramiento en todas las líneas. Se nos vendía la moto durante la época de los ¿buenos? resultados que la solidez defensiva  era parte importantísima . Y yo siempre defendí que la misma no era tal, que se defendía por acumulación de hombres, y que la “suerte” nos estaba echando una mano con la mala puntería de los equipos contrarios. Ahora que los rivales por desgracia nuestra, han afinado, vemos la consecuencia: cada partido  una nueva “cuera” y de cuatro en cuatro o de cinco en cinco.

Y el tema, como digo en mi crónica, y sin ser agorero que nunca lo he sido, es que nos encontramos en una situación “incomoda”, porque el pozo, pese a que pensemos que está lejos, está ahí. Y aunque la distancia a la promoción sea casi tanto la misma que al descenso, lo que debemos  de  mirar un poco mas son las “sensaciones” que este equipo transmite y la inercia que tenemos. Y estas, y todos lo vemos, no pueden ser peores.

Del partido, nada más que decir. Una vergonzosa imagen, con un Hierro que ¿trató? de reforzar el centro del campo, con una alineación cuando menos rara, y un filial sevillista, que sin hacer nada del otro mundo, nos pasó por encima de una manera inmisericorde, sacando todas nuestras vergüenzas. Mal el banquillo, nefasta  la portería, infame la defensa, inexistente centro del campo….. Lo dicho, otra “muesca” mas en nuestros últimos y vergonzosos partidos. Únicamente destacar el debut de Saul Berjon. Del resto, olvidarse y pronto.

Creo ,como también digo en mi crónica, que se deben de comenzar a tomar decisiones. Me mojo y digo que Hierro está muy verde para esto, y que le queda muy grande. Pero si ahí continua, pues seguiremos apoyándole. Pero también le pedimos que cambie algo, que tome decisiones, que busque alternativas, que quizás pueda haber hombres en el banco o con los que no se cuenta  que puedan dar otra cosa u otro “plus” al equipo, que no se enroque en siempre los mismos, que hay gente incluso sin debutar y que no lo van a hacer peor. Cuando la cosa no va, toca buscar soluciones. Al menos buscarlas.

Y ahora nos encontramos, en esa incómoda posición que digo que tenemos, con dos partidos seguidos en el Tartiere, que pueden marcar mucho el devenir azul en la competición. Toca, de una manera u otra, jugando bien o mal, con suerte o sin ella, tratar de conseguir un par de victorias tranquilizadoras, porque  sino la cosa se puede complicar. Reitero, que lo peor de todo son las sensaciones que el equipo transmite que, al menos a mí, me hace ser muy pesimista. Pero habrá que tener fé y esperanza, esa que siempre tenemos los oviedistas, y confiar en el cambio. Ojalá.