TAN SOLO ES MI OPINIÓN
Nuevo viaje por esos “campos de España” y nuevo esperpento y bochorno. Si pensábamos que
lo de Huesca había sido malo, pues lo del sábado en Alcorcón, ante los ojos de
todos esos oviedistas “exiliados” en Madrid, solo se puede definir como vergonzoso. Porque lo que se pudo ver a través
de la televisión, fueron once “tios” vistiendo la camiseta del Real Oviedo,
pero que únicamente deambulaban por el terreno de juego. Y un Alcorcón, que con
todos los respetos, tampoco es gran cosa, nos paso por encima, nos aplastó, nos
ridiculizó, nos hizo cinco goles como cinco soles y nos dejo, sobre todo a esos
valientes aficionados azules, con cara de tontos. Y ahí si que dio con la clave
Hierro en sus manifestaciones post-partido: jugamos sin alma, sin espíritu, sin
ganas, sin nada. Ahora el cuento, que se lo aplique el y el resto del banquillo
también, porque para lo bueno y para lo mano, es un equipo, y cuando e falla,
lo hacen todos. Y si a un equipo falto de calidad, de dominio, de control, como
es el Real Oviedo, le falla ya también la lucha, la entrega, el compromiso, la
pelea, la brega, el tesón……el orgullo, el
valor y la garra, pues apaga y vámonos. Si ya somos un equipo vulgar, sin
essa virtudes, nos convertimos en.la nada.
Y el Sábado en tierras madrileñas, con una alineación
parecida a la de la semana anterior, con la única novedad de Varela en el
lateral, pues fuimos una sombra, un esperpento. Desde el portero, calamitoso,
pasando por la defensa que no se enteró “de
una”, con regalos clamorosos a los rivales, con un centro del campo que ni
pudo, ni supo tener al menos un poquito de control, y con Michu y Pererira
arriba, que ni “la olieron”. El bagaje ofensivo, simplemente inexistente, sinmtirar
entre los tres palos, sin llegar, sin llegar
a saber ni siquiera si su portero era bueno o no.
Y si el bagaje ofensivo fue nulo, el defensivo solo
se puede decir que fue deplorable. Que un equipo que hasta el momento había logrado
siete goles, te haga a ti cinco, ya lo dice todo. Simplemente vergonzoso, con
un portero “de plastilina”, con fallos
de alevines, siempre superados por los rivales, no ganado un duelo nunca, ni
por arriba ni por abajo. Además de que hay jugadores, otras veces clave, que
todos vemos que están a un nivel ínfimo. Y hay que decirlo, no pasa nada.Aquella fiabilidad
defensiva de la que tanto hacíamos gala, se ha disuelto como un azucarillo.
Poco más que decir. Nos traemos “un
jorobu” y bien merecido.
Y la próxima semana, otra vez en el Tartiere, donde
al menos mostramos un poco de “espíritu”. Todos, ya con un tercio de Liga
pasado, nos damos cuenta de las limitaciones que tiene, tanto el equipo como el
cuerpo técnico, y que estamos “pa lo que estamos”. Pero lo que no se puede
consentir es que, limitaciones al margen, al menos no se pongan sobre el
terreno de juego ganas, lucha, brega, espíritu competitivo. Eso no. Taca
cambiar el “chip”, porque un ridículo se entiende que pudo ser un accidente, pero
dos seguidos, la afición lo nota.
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